Thursday, April 26, 2007

Trio Beyond – Saudade


Esta agrupación reune a gigantes del jazz contemporáneo. Alinean John Scofield, en guitarra, Jack DeJohnette en batería y Larry Goldings en teclados.
Cada uno de ellos vale su peso en notas de oro. Pero, más allá de las individualidades, lo que los unifica es el homenaje a un grande : el baterista Tony Williams, ya que el trío nace como celebración a el mencionado jazzista. Él fue parte de uno de los más renombrados quintetos de Miles Davis en la década del sesenta, para posteriormente asentarse como una personalidad del ritmo sincopado con su propio terceto, el Tony Williams Lifetime. En este, Williams se reunió con John McLaughin y Larr Young, para dar vida a una agrupación que profundizo todo lo aprendido con el maestro Davis.
Beyond nace entonces con la clara intención de actualizar para el público de hoy un jazz que mantiene su vigencia, aunque su protagonista ya no está en este mundo.
Hay quien sostiene que en el jazz se trabaja con otros tiempos de vigencia, por lo que se inventó hace veinte o veinticinco años aún tiene vigencia. El trío en cuestión ilustra bien ese concepto, explotando un repertorio que incluye temas de Davis, Williams u otros autores de los setenta, que aún hoy suenan frescos y sorprendentes.
En manos de interpretes tan potentes como Scofield, DeJohnette y Young, los temas toman claramente estatura de clásicos. No se trata sólo de que tres viejos amigos se reúnan a pasar un buen rato revisitando un par de “standards”. Lo esencial del mejor jazz se hace presente en la impecable y apasionada ejecución, y en ese sentido, el homenaje trasciende los límites de la mera celebración, para construirse en un auténtico suceso valioso en si mismo. Estro es especialmente claro en el primer disco de la presente entrega, donde pareciera que los tres músicos ponen de una lo mejor de sí abriendo con impecables interpretaciones esta ceremonia de recuerdo a los viejos maestros. Desde la elegancia de los primeros compases, luego se elevan en un torbellino de pasión desenfrenada que alcanza su cumbre en el tema que le da nombre a la placa, ‘Saudades’. Los músicos no se privan de nada a la hora de interpretar, y por momentos su desempeño roza la potencia del rock and roll. Y es que su repertorio nació en tiempos en que la experimentación obligaba a cruzar fronteras entre estilos. Miles Davis, Tony Williams o John McLaughin, entre otros, se enriquecían matizando su creación con influencias que partían en la música clásica contemporánea y terminaban en el pop o el folk. Y ese es el punto quizás más relevante del disco: traer a la vista excelentes versiones de un cruce de tendencias que está en la base de buena parte del sonido actual. La capacidad de poner un talento salvaje al servicio de viejos clásicos, y hacer que eso siga sonando fresco, ese es el valor.