Wednesday, May 09, 2007

sólo noticias

Las imágenes de las noticias de los días recién pasados bailan en las mentes menos atentas, y todo se despliega bajo la etiqueta del simple caos. ¿Y qué decir entonces? Por un lado de la pantalla asoman las ganancias de ciertas industrias de esta patria tan graciosa. Qué se yo, cifras al boleo: Forestal Arauco con 1,7 millones de dólares al día durante 2006, numeritos siderales que cuesta convertir en datos concretos como pan con mantequilla, meses de arriendo o cuentas de agua y luz. Por otro lado, uno ve mínimas notas perdidas en los reportes que hablan de una que otra huelga, en fin, los obreros tratan de tomarse calles por un rato, cortan caminos, tocan pitos y cajas, gritan pero nunca es suficiente, difícil que el millón setecientos mil dólares se reparta, eso no es posible. Luego, siguiente noticia: la economía de Chile crece, crece, crece. 6,7 por ciento o algo así. ¿Hacia donde crece? Hacia las alturas, hacia los barrios de ascendentes minorías que buscan el encandilamiento y la amnesia, la felicidad aireacondicionada, en fin, el cielo. La economía crece pero ninguno de los que vamos apretados en la micro sabemos ni vemos hacia dónde crece. La economía crece pero, ¿desde dónde crece? Crece desde tu desvelo, desde tus niños solos encasa mientras tú trabajas, la economía crece desde tu bolsillo. La economía crece desde esa masa sin forma que en la carretera corta el paso para que por fin alguien se acuerde de lo mal pelado que está el chancho. Vale. La economía crece, eso es lo importante. Pero la acumulación de todos estos hechos noticiosos deja alguna sensación de duda o confusión. Parece que necesitamos algo que nos ordene y que haga una raya para la suma. Hacia el final del noticiero descabellado, aparece esa raya, una delgada y brillante línea de luz en la noche: en medio del griterío y la confusión, la estela de las balas policiales. Muerte, muerte, corte y a comerciales. Ahora la pantalla se llena con veinte mil personas sepultando a Rodrigo Cisternas Fernández, obrero forestal muerto por la policía durante un enfrentamiento en medio de un paro. Días más tardes, en la madrugada escucho a un dirigente sindical hablando sobre lo obtenido finalmente en esa lucha: 24 lucas de aguinaldo, 65 lucas de aumento de sueldo. “Nos costó una vida”. Raya para la suma, la economía crece ¿hacia dónde?, ¿desde dónde crece? Crece desde funerales.Cita final, de la canción ‘Titikaka’, de La Floripondio, más bien gritando que cantando:“no saben que de un momento al otro cambian las cosas, se da vuelta la tortilla, tiembla el país, las estructuras, porque el hambre, la salud, la educación, el llanto, la ignorancia, la violencia y el corazón se juntan y después de revisar todas las posibilidades, la última se convierte en sangre”.

Tuesday, May 08, 2007

Salarios del impío y otros poemas


Juan Gelman
Colección Visor de Poesía


Acumulando premios y reconocimientos internacionales, el poeta argentino Juan Gelman pareciera instalarse en una especie de Olimpo de los grandes de la literatura hispanoamericana actual. Pero todos esos galardones están lejos de convertirlo en una figura elevada y distante del común de los mortales. Gelman evita el divismo poético con un verso lúcido, certero y que se nutre del habla cotidiana de su país y que , por ese camino, sabe hacerse universal.
La dictadura argentina de los setenta lo obligó a buscar refugio en Europa, y el viaje iniciado en esas épocas aún no lo lleva de vuelta definitivamente a su amada Buenos Aires. Aún así, Gelman ha sabido consolidarse como una de las voces más profundamente latinas. El libro “Salarios del impío y otros poemas” da cuenta de un poeta en viaje por los caminos del exilio, el que va por el mundo recogiendo voces y cantos que hablan de amor, derrota y muerte. Publicado en 1998, el volumen bien puede ser revisado en retrospectiva para entender, primero la obra del poeta y, a la luz de ella, las circunstancias de su vida. Es que no es posible hablar de Gelman sin mencionar su épica búsqueda de la verdad, ya que su hijo y su nuera fueron víctimas de la represión en Argentina, lo que lo ha llevado a buscar a su nieta perdida, secuestrada y reencontrada hace algunos años. Ese drama, nacional y personal, cruza su obra.
Para construir su habla propia, Juan Gelman se lanza sin miedo a excavar en lo profundo del idioma. Así no duda en escribir parte del presente libro en un dialecto castellano del siglo XVI, el sefardí. Él busca en este juego lingüístico encontrar “un candor perdido y sus diminutivos, una ternura de otros tiempos que está viva y, por eso, llena de consuelo”. Estos textos están en versión bilingüe, para comodidad del lector. En ellos es donde el poeta despliega lo mejor de sí, uniendo en una sola expresión todos los temas, en versos que son simultáneamente de amor y de exilio, de muerte y de esperanza.
“Cuando esté muerto / oiré todavgía / el temblor / de tu saya en el viento. // alguien que leyó estos versos / preguntó: ‘¿cómo así? / ¿qué oirás? ¿qué temblor? / ¿qué saya? / ¿qué viento?’/ le dije que calarra / que se sentara a mi mesa / que bebiera mi vino / que escribiera estos versos :// ‘cuando esté muerto / oiré todavía / el temblor / de tu saya en el viento’”.
“Salarios del impío y otros poemas” anticipa y confirma al Juan Gelman que en años posteriores a le eedición de este libro obtuvo premios como el Premio Reina Sofía, de España; el Juan Rulfo de México o el Pablo Neruda de Chile. Pero, sobre todo, revela la magnitud de un poeta que desde el dolor y el desarraigo sabe elevar un canto que se sobrepone a la tragedia para celebrar la unión de las almas.

Queremos votar en las próximas elecciones


Edda Gaviola, Ximena Jiles, Loreta Lopresti, Claudia Rojas
LOM Editores
Año 2006


Al llevar poco más de un año de mandato de la primera mujer en ser elegida presidenta en la historia de Chile, no es malo salirse un tanto de la contingencia y dar una mirada al origen mismo de este hecho político.
Y es que, el hecho de que una mujer llegue a ocupar la primera magistratura de la república no es un mero accidente ni una curiosidad, sino que puede y debe ser entendido como la culminación de un largo proceso en el cual la participación femenina ha pasado de ser un deseo algo utópico y alucinado, a una realidad de peso en cada elección.
El libro revisa cuidadosamente el surgimiento y consolidación de la mujer en Chile como sujeto político. 1949 es el año clave, ya que es cuando por fin se le concede el derecho a voto. Pero ese es el punto de llegada de una larga marcha que se inicia mucho tiempo antes, por lo menos en 1913, donde se remontan los orígenes del movimiento sufragista femenino. El objetivo de esta tendencia no era sólo el acceso a las urnas, sino que buscaba revisar, construir y proponer un nuevo rol de la mujer. El tema está muy lejos de agotarse, y este texto se desenvuelve muy bien, entre el rigor académico y el relato detallado de los diferentes hitos que marcaron esta lucha.“Queremos votar en las próximas elecciones” da cuenta del nacimiento de una consciencia femenina y feminista que, a través del voto, no hace sino expresar el deseo por alcanzar una dignidad acorde a la importancia que tienen la mujer en la sociedad actual. Si se hace una segunda lectura de esta historia, no puede dejarse de observar que el respeto de los derechos de la mujer en una sociedad va en paralelo con la manera que esa misma sociedad tiene de respetar todos los otros derechos, sean masculinos o femeninos. Así, un país que quiera ser justo no puede ni debe dejar de darle protagonismo a la mitad más uno de su población.